Por Enrique Aynat
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4 INDICIOS DE QUE AUSCHWITZ NO ERA LA META FINAL DE LA DEPORTACION
Según la versión hoy generalmente aceptada, todos los convoyes de judíos salidos de Francia y Bélgica en 1942 finalizaron el víaje en Auschwitz. Parte de los convoyes realizaba un viaje ininterrumpido entre Francia o Bélgica y Auschwitz. Otra parte, como ya se ha indicado, efectuaba una parada previa en Cosel, a unos 100 kilómetros al oeste de Auschwitz, donde descendían todos o parte de los hombres aptos para el trabajo. Acto seguido el convoy seguía el trayecto hasta Auschwitz. Una vez en el campo, unos cuantos hombres y mujeres eran matriculados como detenidos y el resto era aniquilado sistemáticamente y de inmediato en cámaras de gas. En ninguno de los casos, según esta versión, ningún deportado conseguía pasar más allá de Auschwitz(1).
Sin embargo, algunas fuentes desvelan que gran parte de los judíos desplazados de países occidentales eran enviados a territorios situados mucho más al este. Según estas fuentes, por tanto, el viaje no acababa trágicamente en Auschwitz, al menos para muchos de los deportados.
La deportación de judíos en general y de judíos occidentales (de Francia, Bélgica y Holanda) en particular era un fenómeno que no pasaba desapercibido a los Aliados. Los gigantescos movimientos de masas que estaban teniendo lugar en Europa, y entre ellos el desplazamiento de la población judía, no podían dejar indiferentes a los observadores más perspicaces. En 1943, un demógrafo americano, el profesor Eugene M. Kulischer, publicó una obra donde analizaba los movimientos de población habidos en Europa desde el inicio de la guerra(2). Kulischer tuvo acceso a numerosas fuentes de
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información de los países y grupos étnicos o nacionales afectados por el problema. En concreto, Kulischer recibió datos de una treintena de organismos, entre los que se encontraban el American Joint Distribution Committee, el Belgium Information Centre, el Central and Eastern European Planning Board, el French Information Centre, la Cruz Roja Internacional, el Institute of Jewish Affairs, la Legación letona en Washington, el consulado general lituano en Nueva York, la Office of Population Research y el Polish Information Centre (3).
Para Kulischer la deportación de los judíos se encuadra en el contexto general de los masivos movimientos de población, voluntarios o forzosos, que se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial. Los judíos eran enviados al este de Europa principalmente para trabajar. En palabras del autor, la deportación de judíos al este es "el equivalente del reclutamiento para el trabajo en el Reich, al cual está sujeto el resto de la población de la Europa controlada por los alemanes, y su traslado ( removal) cada vez más lejos al este está sin duda relacionado con la necesidad de satisfacer las necesidades del ejército cerca del frente"(4). En esta corriente general hacia el este participaban también los jud íos de Francia, Bélgica y Holanda: "Se ha informado que muchos judíos europeos occidentales han sido enviados a las minas de Silesia. La gran mayoría fue enviada al Gobierno General y, en número siempre crecientef al área del este, es decir, a los territorios que estuvieron bajo dominio soviético desde septiembre de 1939 y a otras áreas ocupadas de la Unión Soviética"(5). Una vez en estas áreas, los judíos eran internados en campos de trabajo o en ghettos de acuerdo con su aptitud para el trabajo. Kulischer recalca que los ghettos y campos de trabajo "en los territorios del este ocupados por Alemania se han convertido en el
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destino de los deportados tanto de Polonia como de Europa occidental y central"(6). En concreto, los ghettos del Gobierno General y de los territorios del este eran "el destino usual (the usual destination)" de los judíos deportados de Europa occidental(7). Kulischer indica también que muchos de los judíos deportados del ghetto de Varsovia en el verano de 1942 habían sido enviados "a los campos de trabajo del frente ruso; otros a trabajar a los pantanos de Pinsk, o a los ghettos de los países bálticos, Bielorrusia y Ucrania"(8). Aunque no lo indica expresamente, éstos deberían ser probablemente los lugares evocados por Kulischer bajo el nombre genérico de "territorios del este", hacia los que se tendía a desplazar a todos los judíos en general.
Existen también fuentes en el interior de Polonia que confirman que los judíos occidentales iban a parar a ghettos, si bien como fase previa al exterminio: "Después de que los alemanes concluyeran sus preparativos --confinando a los judíos polacos en ghettos e introduciendo numerosos transportes de judíos de Europa occidental-- comenzó el primer acto de la tragedia"(9).
En el mismo sentido se pronuncian documentos oficiales del GPE, igualmente en el marco de una supuesta política alemana de aniquilación física de los judíos, de acuerdo con la propaganda de esa época: "Más particularmente, el gobierno polaco comunicó a los gobiernos de las Naciones Unidas información auténtica sobre la matanza en masa no solo de aquellos judíos a quienes los alemanes aplastaron en Polonia, sino también de los cientos de miles de aquellos a quienes han trasplantado de otros países y aprisionado en los ghettos que han establecido en nuestro país''(l0).
Hay indicios más concretos que revelan que al menos parte de los judíos deportados de Francia y
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Bélgica en 1942 iban a lugares situados muy al este de Auschwitz, donde según la creencia hoy generalmente admitida no deberían estar.
En una carta de Gisi Fleischmann --activista sionista de Eslovaquia-- de 24 de marzo de 1943 se reconoce la presencia de judíos belgas en la región de Lublin, en el este de Polonia. G. Fleischmann dice
"Recibimos alrededor de 200 cartas de Deblin--Irena y Konskawola, distrito de Lublin, donde además de nuestros judíos también se encuentran [judíos] belgas (wo ausser unseren Juden sich auch belgische befinden), que llegaron en las últimas semanas''(ll).
Un testigo ocular, I. Hertz, se ñala en un testimonio presentado al Comité Judío Antifascista de la Unión Soviética la existencia de judíos franceses y belgas en Ucrania en 1942: "Transportes de judíos llegaron a la estación de ferrocarril de Lvov desde Tarnopol, Sambor y Brzeziny, y la carga humana fue llevada a Belzec. Además, a través de Lvov pasaban trenes que contenían judíos de Bruselas, Amsterdam y París (trains passed through Lvov containing Jews from Brussels, Amsterdam and Paris); fueron enviados al mismo centro de exterminio''l(12).
Algunos documentos revelan también la presencia de jud íos occidentales en el ghetto de Varsovia. E1 ya citado informe confidencial del GPE de 23 de diciembre de 1942 (vid. págs.48--49) señala que en el ghetto de Varsovia había "un amasijo de seiscientos mil judíos locales y transportados de las provincias, incluso en parte de países occidentales ocupados por el ejército alemán ( nawet czesciowo z krajów zachodnich, okupowanych przez armie niemiecka)" (13). Y, más concretamente, en un informe de la Delegatura sobre el "problema jud ío" que cubre el periodo comprendido entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre de 1942, se lee: "Personas que están en estrecho contacto con el ghetto de Varsovia declaran
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que más transportes de judíos han estado llegando recientemente a Varsovia de Francia, Bélgica y Holanda. Estos transportes no han sido numerosos. El destino de estos judíos no se ha aclarado hasta el momento, pero no hay duda de que para muchos de ellos se trata solo de una estancia tempolral, que precede su traslado al este, al exterminio"(14).
También un documento alemán desvela implícitamente que se planeaba deportar a los judíos occidentales --de Francia, Bélgica y Holanda-- a territorio ruso. El documento en cuestión es un resumen de una conferencia sobre "cuestiones judías ( Judenfragen)" que tuvo lugar en Berl ín el 1 de septiembre de 1942 en la oficina que tenía a su cargo la deportación de los judíos. A ella asistieron los agentes policiales alemanes encargados de la deportación de los judíos en los países ocupados. Dos de los comparecientes procedían de Francia, uno de ellos el redactor del documento. La conferencia trató en especial de la evacuación de los judíos. El párrafo que aquí nos interesa dice lo siguiente:
"e) Compra debarracones ( Barackenankauf). El SS Obersturmbannfuhrer Eichmann solicitó que se procediera inmediatamente (sofort) a la compra de los barracones encargados por el jefe de la polic ía de seguridad de La Haya. El campo debe ser instalado en Rusia ( Das Lager soll in Russland errichtet werden). El env ío de los barracones puede hacerse de manera que cada tren de transporte lleve consigo 3--5 barracones''(15).
Se deduce claramente del documento que judíos de países ocupados iban a ser evacuados a un futuro campo en Rusia, cuya construcción era inminente a tenor de las instrucciones de Eichmann. Este campo estaba destinado a judíos de países occidentales, ya
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que los barracones se iban a comprar en Holanda y se transportarían poco a poco en los trenes de deportados. Además, el hecho de que asistieran dos representantes de la policía alemana de París y que uno de ellos recogiera en su nota de recapitulación de la conferencia --como una de las cinco cuestiones importantes tratadas-- la compra de barracones, sugiere que también se preveía este campo en Rusia como lugar de destino para los judíos evacuados de Francia.
En definitiva, diversas fuentes apuntan a que los judíos deportados de Francia y Bélgica formaban parte de la corriente general de la población judía desplazada por los alemanes hacia zonas del este de Polonia y de Rusia. Los judíos, según estas mismas fuentes, estaban siendo internados en campos de trabajo y en ghettos. En todo caso, hay datos concretos que permiten afirmar, en contra de la tesis hoy generalmente aceptada, que al menos algunos grupos de judíos franceses y belgas fueron deportados más allá de Auschwitz.
NOTAS
1. KLARSFELD, S.: MDJF, pág. 9; MDJB, págs. 22-23.
2. KULISCHER, E.: The Displacement of Population in Europe.
3. KULISCHER, E.: The Displacement of Population in Europe , págs. 4-5.
4. KULISCHER, E.: The Displacement of Population in Europe, pág. 110.
5. KULISCHER, E.: The Displacement of Population in Europe, pág. 107.
6. KULISCHER, E.: The Displacement of Population in Europe, pág. 110.
7. KULISCHER, E.: The Displacement of Population in Europe, pág. 108.
8. KULISCHER, E.: The Displacement of Population in Europe, págs. 110 -111.
9. Extracto de un informe de la Delegatura a Londres de 24 abril 1943 ("Biuletyn Informacyjny", 29 abril 1943), en Righteous Among Nations, pág. 674.
10. "The Mass Extermination of Jews in German Occupied Poland", Studium Polski Podziemnej, 2318.
11. WEISSMANDEL, M.D.: Min Hametzar, facs ímil reproducido en el anexo documental de esta obra, que está numerada con caracteres hebreos.
12. The Black Book, pág. 198.
13. Sprawozdanie Nr. ó/42, pág. 35, Hoover Institution.
14. Righteous Among Nations, pág. 667. Esta obra publica una traducción del documento original, que se encontraba en los archivos del Instituto de Historia del Partido del Comité Central del Partido Obrero Polaco Unificado (comunista), signatura 202/XV/Vol. 2. Según he podido averiguar, tras la disolución de
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este partido en 1990 sus archivos fueron repartidos entre varios centros de documentación de Varsovia. Hasta el presente me ha sido imposible obtener el documento original.
15. CDJC, XXVI--59, 1 septiembre 1942.
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5 LA CUESTION DE LOS SUPERVIVIENTES
Veamos ahora cuál es el mecanismo sobre el que se articula la tesis según la que los judíos deportados de Francia y Bélgica en 1942 fueron casi totalmente aniquilados en Auschwitz.
Se observó en primer lugar que solo parte de los integrantes de los convoyes eran matriculados e ingresados en el campo de Auschwitz y que del resto no quedaba traza alguna, al menos por lo que respecta a la documentación que ha sobrevivido. A continuación se comprobó que muy pocos de los deportados volvieron a Francia y Bélgica en 1945. En concreto, se habla de 805 supervivientes de Francia(1) y 380 de Bélgica(2). Por lo que respecta a Francia, el número de supervivientes es "aquel indicado oficiosamente por el ministerio de Antiguos Combatientes" al que debían presentarse los deportados retornados(3). Al parecer, todos estos supervivientes habían estado detenidos en Auschwitz. De todo ello se extrajo la conclusión de que los judíos no retornados a Francia y Bélgica en 1945 habían muerto a causa de la deportación, la mayoría en las cámaras de gas de Auschwitz.
Sin embargo, esta tesis es difícil de sostener, ya que sus dos premisas están viciadas de origen. Que no haya quedado rastro en los archivos de Auschwitz de los integrantes de un convoy no matriculados en el campo no significa necesariamente que éstos fuesen exterminados en cámaras de gas. Del mismo modo, no todos los deportados que no volvieron a Francia o Bélgica en 1945 tenían que estar forzosamente muertos.
Además, como se va a ver a continuación, los hechos también desmienten esta tesis.
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En primer lugar, no todos los judíos no matriculados en Auschwitz fueron exterminados. Más de 30 años después de la guerra se logró saber que varios miles bajaron de los trenes en la localidad de Cosel, 100 kilómetros al oeste de Auschwitz. Estos hombres, por tanto, no llegaron a Auschwitz. A pesar de ello, se les consideraba exterminados hasta 1978, fecha en que se rectificó el error (vid. pág 13 ). Por otro lado, los indicios de la existencia de judíos franceses y belgas en el distrito de Lublin, en Lvov y en Varsovia (vid. pág 58 ) indican que ni fueron matriculados en Auschwitz ni tampoco fueron aniquilados.
En segundo lugar, no todos los supervivientes tenían que volver necesariamente a Francia o Bélgica. Para empezar, gran parte de los judíos deportados de Francia en 1942 eran apátridas o extranjeros. Si se examina la obra de S. Klarsfeld(4), se podrá comprobar que solo un 15% aproximadamente de los judíos deportados de Francia en 1942 eran de nacionalidad francesa, y de ellos una buena parte eran niños nacidos en Francia de padres extranjeros. En consecuencia, la mayoría de los supervivientes no tendría una razón especial para volver a Francia en 1945, sobre todo teniendo en cuenta que en muchos casos había sido el mismo gobierno francés el que los había entregado a los alemanes.
Un ejemplo de que muchos judíos supervivientes no querían volver a sus países de origen o de los que fueron deportados lo encontramos en el campo de Bergen--Belsen, en Alemania. Este antiguo campo de concentración fue convertido después de la guerra en un centro de acogida para personas desplazadas, que aguardaban allí hasta que pudieran emigrar a otros países. En Belsen, "los detenidos judíos, que eran con diferencia el mayor grupo específico del campo (the largest single group in the
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camp), no deseaban regresar a sus países europeos de preguerra, en su lugar querían instalarse en Palestina"(5). Posiblemente el mismo deseo existiría entre los judíos de los restantes campos de personas desplazadas. Es también posible que los judíos que no deseaban emigrar a Palestina lo hicieran a ultramar. Parece lógico que si se les ofrecía la oportunidad de viajar, por ejemplo, a América o a algún dominio del Imperio Británico lo hicieran antes que volver a sus países de origen, en su mayoría en ruinas a causa de la guerra y donde lo habían perdido todo.
Además, existen pruebas concretas de que judíos deportados de Francia no volvieron a este país después de la guerra. S. Klarsfeld comprobó que según el ministerio de Antiguos Combatientes solo se habían presentado en 1945 11 supervivientes del convoy número 24. No obstante, averiguó también que 12 integrantes de este convoy habían vuelto a Bélgica y no comunicaron su retorno al ministerio francés(6). Gracias a esta simple indagación S. Klarsfeld ha logrado incrementar el número de supervivientes de este convoy en más de un 100%.
Otro caso: S. Klarsfeld señala respecto al convoy número 8 de Francia que "según nuestras noticias existían en 1945 14 supervivientes, todos hombres" (7). Sin embargo, he podido averiguar que una mujer deportada en este convoy, Jenny Spritzer, sobrevivió a la guerra y emigró a Suiza, donde escribió sus memorias(8). Este caso es un buen ejemplo. J. Spritzer, judía de nacionalidad alemana, se refugió en Holanda antes de la guerra. Tras la invasión alemana de Holanda huyó a Bélgica y de allí a Francia, donde fue capturada cuando se dirigía a España. De Francia fue deportada a Auschwitz. Si la estancia de esta mujer en Francia había sido solo circunstancial y nada le ligaba a este país, ¿qué necesidad tenía de volver a él en 1945? El caso de J. Spritzer es
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paradigmático: gran parte de los judíos deportados en 1942 también eran extranjeros y se hallaban en Francia solo de paso, huyendo ante el avance alemán. En principio, y al igual que esta mujer, a estos supervivientes tampoco les movería un interés especial por volver a Francia en 1945.
S. Klarsfeld ha reconocido la existencia de esta situación: "A los 2.200 supervivientes (en 1945) que hemos podido descubrir en total, deben sin duda añadirse otros supervivientes que no pasaron a la vuelta ni por Francia ni por Bélgica. Toda clase de razonamientos nos incitan a estimar que el número total 9de supervivientes (en 1945) no debía exceder de 2.500"(9). Hasta el momento me ha sido imposible saber en qué clase de razonamientos se ha basado S. Klarsfeld para llegar a esta conclusión.
Otra posibilidad es la de que los supervivientes volviesen a Francia con posterioridad a 1945. Este es el caso, por ejemplo, de Stanislas Jankowski, que fue deportado de Francia en 1942 y no volvió hasta mucho después de la guerra(10). El caso de S. Jankowski llegó a conocimiento de S. Klarsfeld y fue publicado en su obra, pero es posible que otros volvieran sin que éste se enterara.
Por todo ello, cabe concluir que la tesis generalmente aceptada no se sostiene, ya que, como hemos visto, sus premisas son falsas: ni todos los judíos no matriculados en Auschwitz fueron exterminados, ni fueron los únicos supervivientes los que retornaron a Francia en 1945 y se presentaron al ministerio de Antiguos Combatientes.
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NOTAS
1. KLARSFELD, S.: Vichy --Auschwitz , pág. 331.
2. MDJB, pág. 23.
3. KLARSFELD, S.: MDJF, pág. ó.
4. KLARSFELD, S.: MDJF.
5. KEMP, P .: The Liberation of Bergen --Belsen concentration Camp in April 1945 , pág. 37.
6. KLARSFELD, S.: MDJF, convoy número 24.
7. KLARSFELD, s.: MDJF, convoy número 8.
8. SPRITZER, J.: Ich war Nr. 10291.
9. KLARSFELD, S.: MDJF, pág. ó.
10. KLARSFELD, S.: MDJF, convoy número 1.
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6 CONCLUSION: LO QUE PROBABLEMENTE OCURRIO
Para saber lo que realmente ocurrió a los jud íos deportados de Francia y Bélgica en 1942 debemos atenernos a los hechos. Y, recapitulando, los hechos son:
-- Las listas de los números de matrícula asignados a los integrantes de los convoyes llegados a Auschwitz son la única fuente existente sobre la suerte corrida por los deportados al llegar al campo. La información contenida en esas listas es muy escueta y solo interpretándola abusivamente se puede concluir que cierto número de miembros de cada convoy fueron aniquilados en cámaras de gas. El Kalendarium es un ejemplo de interpretación abusiva de esta fuente.
-- En los documentos de la policía alemana de París tampoco hay el menor indicio de que se pensara exterminar a los judíos deportados. Por contra, estos documentos revelan que el principal objetivo de la deportación era aportar mano de obra al campo de Auschwitz. Hay, además, indicios de que niños y personas no aptas para el trabajo en general serían deportados al Gobierno General tras pasar por Auschwitz.
-- Los documentos de la resistencia polaca no recogen del modo que cabría esperar la matanza de judíos que supuestamente se estaba practicando en Auschwitz durante el segundo semestre de 1942. La información es escasa, vaga e inverosímil. Por su parte, el gobierno polaco en el exilio -- perfec-
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tamente al tanto de lo que ocurría en el interior de Polonia -- no alertó nunca al mundo sobre esta supuesta matanza. Sus documentos oficiales, que ponen un énfasis especial en el exterminio de judíos, no mencionan nunca el nombre de Auschwitz en este contexto.
--Las fuentescontemporáneas revelan que los judíos en general estaban siendo desplazados por los alemanes hacia el este de Europa, especialmente hacia determinadas zonas de Polonia y Rusia. Los judíos deportados de Francia y Bélgica formaban parte de esa corriente general. Hay además indicios de la existencia de judíos franceses y belgas en lugares situados al este de Auschwitz.
En definitiva, de los hechos reseñados no cabe extraer la conclusión de que los judíos deportados de Francia y Bélgica en 1942 hubieran sido aniquilados casi en su totalidad en cámaras de gas nada más llegar a Auschwitz. Por contra, dicha matanza masiva aparece a la luz de los datos aportados como extremadamente improbable. En consecuencia, si estos judíos no fueron aniquilados en Auschwitz, ¿qué fue lo que ocurrió?
Los trenes de deportados de Francia y Bélgica cruzaban Alemania. Muchos de estos trenes se dztenían en la estación de Cosel, donde descendía un cierto número de hombres en edad de trabajar para ser internados en los numerosos campos de trabajo de la zona. E1 número total de hombres apeados en Cosel es difícil de calcular. S. Klarsfeld ha estimado una cifra comprendida entre 3.000 y 4.000 por lo que respecta a los convoyes de Francia(1), cifra que parece verosímil. A continuación los trenes seguían en dirección a Auschwitz con el resto de los componentes del convoy. Que por lo menos los trenes de Francia
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llegaban a Auschwitz no ofrece dudas. Se conservan los textos de los teletipos enviados por la policía alemana de París a la oficina de A. Eichmann, al inspector de los campos de concentración y al comandante de Auschwitz tras la salida de cada convoy. Los teletipos comunican la partida de cada tren hacia Auschwitz(2) .
A la llegada a Auschwitz se procedía a la selección: a los hombres y mujeres aptos para el trabajo se les asignaba un número de identificación y se les internaba en el campo. Se desconoce qué ocurría con los viejos, con las mujeres no aptas para el trabajo y con los niños. Hasta donde yo sé, en la documentación del campo que ha sobrevivido no hay referencias sobre el destino que corrieron los no matriculados. Por tanto,a partir de aquí sólo puedo formular hipótesis.
Es posible que el mismo Auschwitz o su filial Birkenau sirvieran como campo de tránsito para los deportados no aptos para el trabajo. Aqu í pasarían un tiempo antes de ser enviados de nuevo hacia el este. Esta hipótesis se fundamenta en el proceso seguido en la deportación de otros judíos.
Es ilustrativo, en este sentido, el caso de la evacuación de los judíos alemanes y austriacos en la segunda mitad de 1942. Un documento de los ferrocarriles alemanes (Deutsche Reichsbahn) de 8 de agosto de 1942 recoge un "plan de circulación (Umlaufplan)" para "trenes especiales (Sonderzuge) de personas desplazadas, trabajadores de la cosecha y judíos en el período comprendido entre el 8 de agosto y el 30 de octubre de 1942"(3). En él puede verse que cierto número de trenes con judíos alemanes y austriacos eran dirigidos directamente a determinados lugares del este de Europa: Riga (Letonia), Wolkowysk (Bielorrusia), Parczew (Polonia, distrito de Lublin) y Raasiku (¿Lituania?). Sin embargo, la mayoría de los
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La versión original de este documento: Consideraciones sobre la deportación de judíos de Francia y Bélgica al este de Europa en 1942, Valencia, Apartado de Correos, 12.083, 46020 Valenciaz, España. © Enrique Aynat Eknes